jueves, 29 de marzo de 2012

Deseos.

¿Qué son los deseos? ¿En qué rincón quedan en nuestra alma y en qué momento dejan de sentirse? ¿Por qué a veces deseamos algo tan profundamente que el día no nos basta para idear el momento en el que ese deseo se convierta en realidad?
Algunos deseos son simples. Deseos como escuchar la canción preferida y que armonice un momento; que la persona a la que miras y te gusta te diga un día, sin más, que por ti palpita y que por ti se debilita. Hay deseos tan simples que se esconden en rincones de la mente y de repente aparecen sin más, sin previo aviso. Otros deseos son mucho más complejos... dependen muchas veces de la suerte o del azar y pocas veces, salvo en ocasiones, se cumplen. Pero aun así, depositamos todas nuestras energías para que se cumplan. 
Los deseos son caricias al alma. A la esperanza. Puede que muchas veces no se cumplan, pero luchar por ellos, o simplemente soñar despiertos en los momentos más amargos que se hagan realidad, nos aportan un alivio en medio de la realidad. Los deseos son aquellos impulsos que nos hacen cometer cosas locas, impulsos extraordinarios de la mente y del corazón. Los deseos nos hacen escribir una carta para que la otra persona sepa que la queremos y desee querernos. Son aquellos que en momentos de tristeza invaden nuestra mente y de repente nos dan la fuerza para luchar y levantar nuestro ánimo.
Hay deseos tristes, alegres, nostálgicos, melancólicos... Pero los deseos compartidos son los mejores deseos. Esos deseos de construir un futuro, de ganar una lotería, ser millonarios y construir más deseos de besos y caricias. Hay deseos que se clavan en el alma de las farolas, de los bancos que cobijan las conversaciones entre amigos, entre amores... 
Hay deseos que por mucho que uno desista en sentirlos, jamás se pueden dejar de pensar y anhelar. Porque son deseos que se clavan como estacas en nuestro ser. 
Deseos que muchas veces depositamos en fuentes con un significado tan intenso que ni nosotros mismos sabemos lo que mencionan. 
Porque los deseos nos enseñan que  quien no lucha por  lo que siente, pierde lo que quiere. Y tal vez, es esa lucha en la que verdaderamente, descubrimos el sentido de estar VIVOS. 
Porque tal vez los deseos no se cumplan...
                                                                                                                                         

O SÍ :)

http://www.youtube.com/watch?v=1eSfNFmXg2w DESEOS DE COSAS IMPOSIBLES. 

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